Ojo dulce

Hay en esta poesía una resistencia a un orden externo, a cualquier acción coercitiva. Los poemas de María Pinto nos proponen, bajo esta premisa, el desplazamiento hacia una automodelación, donde el contrashumante tiene la obligación de crearse a sí mismo a partir del rechazo de lo que intenta coercionarlo, darle normas. Pero en una sociedad que vigila y castiga todo tiene sus consecuencias, y estas serán, la inestabilidad, la dispersión, la incertidumbre total a la que un lector contrashumante se verá enfrentado.